El arte que sana

Victoria Abajian, artista y licenciada en artes visuales, nos abrió las puertas de su hermoso taller “Arte y Vida” en Villa Sarmiento para contarnos acerca de su obra.

por Natalia Molina

A Victoria siempre le gustó el arte pero sentirse artista le llevó 19 años. Diferentes situaciones le hicieron preguntarse qué quería para su vida. Descubrir que su pasión era el arte no fue de un día para el otro.

Recuerda que solía tener una visualización muy recurrente que se le venía a la mente cuando se preguntaba a sí misma cómo se veía feliz y en respuesta siempre se pensaba en su casa pintando, “se ve que siempre poder expresarme era una necesidad para sentirme viva”.

Hoy en día puede decir que eso que tanto soñó de pequeña es una realidad porque trabaja de lo que la apasiona: es licenciada, artista, da clases en distintas instituciones y tiene su propio taller “Arte y Vida”. Nada fue fácil, pero trabajó duro para lograr su deseo.

Estudiando arte aprendió que “no sólo se pinta, se hacen muchas cosas, el arte no es sólo un material y no hay un sólo lenguaje plástico, hay muchos”. Tiempo después conoció arte terapia, que le despertó especial interés por ciertos descubrimientos de esta disciplina que no había visto en educación plástica, que tienen que ver con desarrollar la parte emocional paralelamente a la técnica visual, algo que según ella es muy importante porque cree que “conociendo nuestras emociones las podemos manejar y respetar”.

En su obra, Vicky pone como protagonistas a las mujeres, con una mirada más en los pueblos originarios de Latinoamérica; también aparece la naturaleza a la que considera muy femenina. “Por eso se conecta mucho a la mujer con la Pachamama. Hay una cosa más receptiva y generadora de vida que creo es bien de la energía femenina reprimida a la que ahora se le está poniendo atención”.

En cuanto a la temática de sus obras, le interesa poner a la vista temas que hacen ruido e inquieta a las mujeres. Por eso desde hace un tiempo realizó una serie de 7 esculturas a las que nombró “Mujeres habitadas”. Según la artista, les puso ese nombre “porque estamos habitadas por una energía propia, nadie viene y nos habita si no queremos”. Estas esculturas son una representación de la mujer latinoamericana y de su fuerza natural y originaria.

Por otro lado, este año realizó una serie de pinturas que “tienen que ver con situaciones de las mujeres. En las pinturas somos nosotras las protagonistas que venimos a habitar este mundo también”. Decidió llamarlas “Mujeres que habitan”. La serie está compuesta por Nostalgia, Espera, Manifestación, mujeres vivas y Ã.

La serie de pinturas y esculturas estuvieron en sintonía con Ni una menos. Cuenta que empezó a sentir que a muchas las representaban cosas que estaba sintiendo ella. “Porque tiene más fuerza si nos juntamos todas”, dice Vicky. En julio de este año fue invitada a participar de la 1º Jornada Artística “No están pérdidas”, organizada por el colectivo de mujeres en contra de la trata y en un lugar muy significativo como es el Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos, en la ex Esma).

La artista cuenta que fue muy fuerte participar. Por un lado se sintió contenta porque le interesa que haya reflexión de lo que se expone, pero por el otro, sintió que uno nunca se da cuenta de los temas que toca hasta ver cómo repercute en los demás. “Ver lo que pasa cuando alguien mira tus pinturas y te transmite algo que tal vez vos viste de otra manera cuando lo estás planteando, se vuelve como que ya no te pertenece. Esa es la parte linda porque lográs que le pase algo al otro con eso.”

Vicky siente que el arte sana. “Vivimos en una sociedad machista y patriarcal que tiene al hombre blanco y heterosexual en un lugar de privilegio; entonces todos los que no entramos en todo eso estamos buscando nuestros derechos y creo que poder tener voz, en mi caso con la pintura o la escultura o con el mural, dentro de todo eso silenciado a mí me hace sanar un montón. Muchos necesitamos eso para nuestra vida, también lo veo en mis alumnos: el arte les cambia la vida, se vuelve una herramienta terapéutica.”

Para finalizar deja un mensaje muy amoroso: “A mí me hizo muy feliz poder dedicarme al arte, dedicarme a expresarme y me encantaría que todos puedan saber que todos tenemos esa posibilidad”. Siente que la mayoría de las personas fantasean con el arte pero les cuesta sentirse protagonistas y hacer una obra en cualquier disciplina (teatro, música, artes plásticas). “Tienen que saber que no hay nadie que te diga que no. Hasta en los lugares más pobres se hacen producciones artísticas, no es que tenés que tener una situación económica específica para poder hacerlo, eso es mentira. Por eso, anímense, el arte cambia vidas”.

Victoria Abajian, artista plástica y defensora de los derechos de las mujeres: “Tenemos que mostrar que no somos un estereotipo de mujer. No es la mujer feminista militante ni la mujer machista la que está necesitando un cambio, sino que somos todas. Existe una gran cantidad de población femenina buscando igualdad de derechos”.
Victoria Abajian, artista plástica y defensora de los derechos de las mujeres: “Tenemos que mostrar que no somos un estereotipo de mujer. No es la mujer feminista militante ni la mujer machista la que está necesitando un cambio, sino que somos todas. Existe una gran cantidad de población femenina buscando igualdad de derechos”.
Una de las obras de Victoria de la serie “Mujeres que habitan”, Nostalgia, en la que la artista expresa su sentir frente a la situación económica que se está viviendo en el país y que “nos está atravesando a todos, es un pedido a que las cosas mejoren”.
Una de las obras de Victoria de la serie “Mujeres que habitan”, Nostalgia, en la que la artista expresa su sentir frente a la situación económica que se está viviendo en el país y que “nos está atravesando a todos, es un pedido a que las cosas mejoren”.

 

También de la serie “Mujeres que habitan”, la obra Ã, que significa sombra y alma en guaraní, realizada en un momento en donde sintió la necesidad de integrar nuestra parte más oscura con la más luminosa y aceptar las dos.
También de la serie “Mujeres que habitan”, la obra Ã, que significa sombra y alma en guaraní, realizada en un momento en donde sintió la necesidad de integrar nuestra parte más oscura con la más luminosa y aceptar las dos.
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