Antes de que termine octubre, el pasado lunes 30, se cumplieron 40 años del triunfo de Raúl Alfonsín: el presidente que la historia quiso que fuera el representante del regreso de la democracia luego de la trágedia de la dictadura militar.

por Victor Korpivsek
Se cumplen 40 años de democracia ininterrumpida. Algunos jóvenes se preguntarán ¿por qué ininterrumpidas?
Nuestro sistema de gobierno tuvo seis golpes de estado que derrocaron gobiernos elegidos democráticamente a través del voto de la gente.
En 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976.
El primero derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, y fue liderado por los militares José Félix Uriburu y Agustín Pedro Justo.

El segundo golpe derrocó al presidente Ramón Castillo y fue comandado también por militares, Rawson, Ramírez y Farrel.
El tercer golpe de estado lo llevan adelante Eduardo Lonardi, Pedro Eugenio Aramburu e Issac Rojas, en 1955; directamente bombardearon la Plaza de Mayo dejando cientos de muertos para derrocar a Juan Domingo Perón.
Arturo Frondizi, radical, fue derrocado en 1962 por los militares, en este caso, el levantamiento lo tuvo al frente a un tal general Raúl Poggi.

En 1966, el presidente electo Arturo Ilia, de la Unión Cívica Radical, es derrocado por Juan Carlos Onganía, quien al frente del ejército vuelve a interrumpir la democracia y se caga en el voto de la gente.
Finalmente, el último y más sangriento de todos los golpes deja miles de desaparecidos, bebés apropiados, robo de bienes de las personas torturadas, empresas adquiridas ilegalmente a punta de pistola, y el colapso de los ahorros gracias a Martínez de Hoz, ministro de Economía de la dictadura cívico militar. Comenzó el 24 de marzo de 1976 cuando Videla, Massera y Agosti derrocan a Isabel Perón, quien había quedado al frente del ejecutivo luego de la muerte de Juan Domingo Perón, elegido como presidente años antes.
En 1982, los militares, que llevaban seis años en el poder, mandaron a los pibes a la guerra de Malvinas (649 no volvieron), así cae el último régimen militar responsable de instalar los años de plomo en argentina.
Vuelve la democracia y gana Raúl Alfonsín, de la UCR, quien asume en diciembre de 1983 la presidencia de la Nación Argentina gracias al voto de la gente.
Se van a cumplir cuarenta años de elecciones libres sin que gobiernen dictadores golpistas puestos a punta de pistola y metralla en el sillón de Rivadavia de la Casa Rosada.
Se diría que 40 años de democracia no es mucho tiempo, hay países que llevan cientos, pero con aciertos y errores, sin duda, es mejor elegir en las urnas quienes vayan a gobernar el destino de nuestro país, que lo otro.