Abecedario pa´la ocasión y un poema sencillo

por Graciela Nora Labale*

¿Se dieron cuenta la cantidad de palabras que se hicieron habituales en estos más de 80 días de encierro?  Y otras, las de siempre, pero que se han resignificado. Vale el ejemplo de “levadura”, quién no ha intentado hacer pan aunque sea para entretenerse. Enamorada eternamente de las palabras y por estar con algún que otro tiempo libre, jaja, se me dio por hacer un abecedario aplicado a la situación. Seguro, cada uno tendrá las suyas y puede agregarlas, si tienen ganas.

Esta pesadilla alguna vez terminará pero las palabras quedarán por siempre. Ahí va.

A: aislamiento, alfajor, acostumbramiento, abrigo, añoranza, amargura, asombro, amigos, abrazos, ahijados, alcohol (en gel o bebestible), anti (todo) alivio.

B: bicicleta (fija), baldear, barbijos, Biblioteca (Palabras del Alma), bolsones, bardear, boludos, Bolsonaro.

C: contagio,  cuarentena, curva, computadora, celular, covid, coronavirus, camas, conferencia, cinismo, cuerpos, cura, comedores, codo, canas, cuidate.

Ch: chocolates, charlas, chantas, Chile.

D: distancia, dieta, descanso, dormir, dolor, depresión, depilación, desocupación, desinfectar, detectar, desigualdad, DNU.

E: extrañar, esperanza, enojo, estupidez, enfermeros, epidemiólogos.

F: filminas, familia, fiaca, fallecidos, fiebre, Fernández, Fundación (PIBES), frazadas, frío, FEMICIDIOS.

G: gula, golosinas, guisos.

H: hisopados, hijos, humanidad, hambre.

 I: ilusión, insomnio, infectólogos, infectados, IntegrArte,  incertidumbre.

 J: jugar, juzgar, juntadas.

K: kilombo, Kicillof.

L: lavado (de manos), lavandina, largo, levadura, leche, libros, Larreta.

Ll: llorar.

M: miedo, música, molestia, merenderos, mentiras, marginalidad, mates (solitarios), mercadería, médicos.

N: nadies (los), nostalgia, necedad, negativo.

Ñ: ñoquis.

O: ollas (populares), odiadores.

P: peste, pandemia, pelo, pelis, positivo, pueblo, pan.

Q: queso, químicos.

R: resistir, redes, respiradores.

S: salud, sanitizar, suspirar.

T: termómetro, terapia, tristeza, trabajadoras sociales (inmensas).

U: unidad.

V: víctimas, voluntad, villas.

W: whisky (por qué no!)

X: xilofón (por si se te da por aprender un instrumento, jaaa)

Y: yerba, yuyos.

Z: zapatillas, zapatos (se necesitan para quien no tiene).

Y por qué no terminar con un poema que nos acaricie:

Quiero un poema sencillo y bueno
como el pan, caliente y oloroso
con ese olor de gente, de harina,
de manos amasando
y de un gran fuego rojo en el cielo del horno.
Quiero decirte: Ven,
mi pan es tuyo
¿no ves qué manos lo amasaron?
¿no ves que un mismo amor lo ha cocido
y que mis manos y las tuyas
estuvieron juntas en la panadería?
¿No ves que venimos amasando pan
desde el primer grano que sembramos?
Ven: compartamos el pan
y la esperanza
aunque el dolor sea largo
y la angustia infinita.

Quiero un poema sencillo y bueno de Michèle Najlis

* Nota publicada en la columna Soy mano del Dairio Regional de Pilar.

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