De qué hablamos cuando hablamos de autismo…

por María Almeida

En primer lugar, es importante recordar que el autismo es un trastorno de tipo neurológico que dura toda la vida, por lo general. Son varios los tipos o grados de autismo que hay, clasificándose en un espectro, también conocidos como trastornos generalizados del desarrollo, que conforman un grupo de alteraciones que empiezan a edad temprana, caracterizados por dificultades para expresarse socialmente.

Dentro de los tipos o grados de autismo que hay, son comunes las alteraciones en las habilidades para comunicarse, la interacción social, actividades, intereses y conductas. Sin embargo, no en todos los casos se manifiesta de la misma manera, por eso mismo son varios los tipos o grados de autismo que hay.

De esta manera, es necesario señalar que son muchas las clasificaciones que hay sobre el autismo infantil, pero la que más se conoce hasta el momento es la de Ángel Riviere que sustentó en estudios de Lorna Wing, basándose en las áreas del desarrollo e identificando los tipos de autismo, según su intensidad y síntomas.

Trastorno autista o de grado 1, también es conocido como autismo severo, y constituye el grado más profundo del espectro autista.

 Autismo regresivo o de grado 2, este tipo de autismo, también se conoce como trastorno desintegrativo infantil, y es una alteración que, a diferencia de los otros tipos o grados de autismo que hay, tarda un poco más en aparecer, debido a que en los primeros años el niño se desarrolla normalmente, pero en cierto punto comienza a perder paulatinamente las habilidades que ha adquirido.

Por lo general, el autismo regresivo se presenta antes de los 10 años de edad y es a partir de esta regresión que van apareciendo lo mismos síntomas del autismo severo, pero con menos intensidad. De esta manera, el niño va perdiendo sus habilidades de lenguajecapacidad para comunicarse e interactuar con niños y adultos de su propio entorno.

 Autismo de alto funcionamiento. Este es el más leve porque sus síntomas no son agudos o profundos, al menos en sus inicios. A diferencia de los otros tipos o grados de autismo que hay, en este caso el desarrollo del lenguaje en el niño es normal, al igual que sus procesos cognitivos, manteniéndose dentro de los parámetros, además si cuenta con la atención acorde puede integrarse escolarmente sin problema.

Pero más allá del tipo y/o grado de autismo, lo más importante es entender que cada persona es distinta. Y como siempre digo, si conoces a una persona con autismo, sólo conoces a esa persona con autismo.

 Y como las personas son distintas y únicas, su realidad y la de sus familias también. Por eso, quiero compartirles el escrito de Laura Basualdo, madre de un adolescente con autismo severo como ella lo define, a quien adoro y respeto profundamente. Cada vez que leo sus posteos en redes, se me estruja el alma porque “aun transitando el mismo camino, nuestro andar es distinto”. Les cuento que hablé con ella antes de escribir estas líneas, le pregunté si me permitía hacerlo y compartir la imagen y me dijo: “¡Hola, Mari! ¡¡¡Claro que sí!!! Podés publicar la foto y el escrito, todo. Que pueda llegar a muchas personas, a mí me desespera que haya tantas mamás escribiendo por privado y la realidad es que no puedo ayudarlas, solo darles ánimo y escucharlas… 😞😞😞😞”

Por Agus, por Laura y Raúl, por tantos que se sienten identificados con estas palabras, lo comparto para que podamos empatizar, comprender y conocer esta realidad, que también es parte del autismo:

Cargando nafta, el playero le pregunta a Raúl que le pasó en las manos, por las marcas que recorren sus brazos al igual que los míos.

¿Trabaja en un taller? ¿Tiene muchos gatos? -pregunta el playero animado.

Preguntas ingenuas y de buena voluntad que cuesta contestar en 30 segundos.

Hablemos de autismo “severo”. Hablemos de lo que incomoda o nadie más quiere hablar. Visibilicemos los “casos complicados” como les gusta llamar a algunos profesionales, para que el mundo sepa cómo poder tratarlos. Ellos están en este mundo, son parte nuestra.

A mí no me molesta como llamen al autismo. Espectro. Condición. Por mí no hay problema. Ojalá algún día Agus pueda responder como se debería llamar lo que tanto lo atormenta, pero sí me molesta que inviertan millones en pavadas y no haya centros de tratamientos dignos. Me molesta y duele llegar a una guardia médica y que no sepan cómo tratarlo. Me molesta tener que esperar 2 horas un traslado, siendo que en su condición puede lastimarse el mismo o a alguien más.  Me molesta que el 2 de abril iluminen todo de azul y durante el año ni se acuerden… Eso me molesta.

¿Somos los únicos que tenemos un hijo con estas características? Los que nos conocen saben que hemos invertido nuestras vidas y presupuesto hasta endeudarnos en sus tratamientos, algunas cosas ayudaron, pero hoy estamos así.

La foto es del brazo de Raúl. No tiene buena luz, pero creo que esas cicatrices si se ven. 

Agus es un caso en 10.000 donde las medicaciones psiquiátricas lo ponen peor. Lo único que ayuda más es el cbd puro, cuyo neurólogo recetó de un laboratorio nacional para probar y  que tenemos que pagar de nuestro bolsillo porque #osde solo lo aprueba en personas con epilepsia refractaria.

Hablemos de autismo, visibilicemos, empaticemos con las diversas realidades, acompañemos desde la amorosidad y los actos a las personas dentro del espectro y a sus familias… es importantísimo, es fundamental.

Porque un mundo en el que quepan todos los mundos es posible si todos ponemos nuestra parte.

Yo hablo de autismo, ¿y vos?

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