Nació en Saira (Marco Juárez, Córdoba), donde trabajaba como telegrafista.
Carlos Rogelio Oroño vino a estudiar Medicina a la Capital Federal y mientras estudiaba trabajaba en el Correo Central.
“Cuando se recibió, como devolución tanto al Correo como a la Universidad Pública, que le permitieron estudiar ya que mi papá era de origen muy humilde, trabajó hasta que se jubiló cubriendo las guardias de 24 hs los domingos como médico en el Correo Central. Si bien se desarrolló y tuvo su consultorio en Del Viso, hasta el último día mantuvo ese gesto que, por supuesto, fue muy importante para nosotros como ejemplo”, cuenta con orgullo su hijo Raúl.
Cuando vino a Del Viso, el Dr. Oroño ya tenía su familia constituida, con su esposa y cuatro hijos, “en total somos cinco hermanos: Fabián y Ariel (gemelos), Santiago y Raúl (mellizos), y Silvina, nuestra hermana más chica”.
Todos profesionales: tres farmacéuticos, un ingeniero agrónomo y una abogada. “Mamá es contadora y cuando se recibieron comenzaron a buscar un lugar donde vivir, una opción fue San Miguel, pero el destino estaba escrito porque había una casa en venta en Del Viso y era de un médico”, cuenta Raúl.
Así fue como el Dr. Oroño se asentó hace 52 años y tuvo su consultorio en aquella casa donde también crio a sus hijos.
“En aquel tiempo Del Viso era un pueblo y papá se iba en bicicleta a ver a sus pacientes y muchos domingos, en medio de algún asado con parientes, tuvo que salir de urgencia. Un hombre de una vocación enorme por su profesión y una persona muy querida”.
