Nacida de la mano de una mujer, Sol y Luna tiene su local ubicado en la calle Chacabuco 1909, en el Barrio Rivera de Derqui.
Avanzan las tijeras en el pelo de las mujeres, los peines, las tinturas, de la mano de Nora, fundadora de la peluquería. Años después se sumarían los muchachos con la barbería y sus máquinas y navajas.
“Sol y Luna es una fusión de lo masculino y lo femenino”, explica Nora, autora del nombre y la iniciativa.
-¿Cómo es trabajar en la cabeza de las personas?
-Ella es como la psicóloga de las clientas. En el caso de los chicos, se nota la confianza que le tienen los clientes porque muchos ni les dicen lo que tienen que hacer -responde Walter.
-En definitiva, podría decirse que están poniendo su cabeza en nuestras manos -sonríe Nora.
-Lo lindo de esto es que conocés gente nueva todos los días -se suma a la charla Alexis.
Como todo trabajo tiene su recompensa, además de lo económico, “el agradecimiento es algo que reconforta, muchas veces recibimos mensajes de lo bien que les quedó el pelo”.
-¿Hay chances de que no les guste?
-Sí, claro. Están todas las posibilidades. Por eso consideramos que es una experiencia. Lo bueno de Sol y Luna es que tenemos mucha clientela fija. Incluso en algunos casos, varias generaciones: madre, hija y nieta.
Sentirse bien es parte del cuidado personal. Es muy importante.
-El derquino, la derquina ¿quiere estar facha?
-La gente quiere, el tema es que últimamente no hay plata -expresa Walter.
-Lo bueno es que la gente aparta su pesito y viene a la pelu. No por ser barrio somos menos -dice Nora convencida.
Derqui no tiene grandes fábricas ni un Parque Industrial que dé trabajo a miles de vecinos. Derqui tiene su comercio. Acá las persianas de levantan sí o sí, llueva, truene o haya crisis.
Derqui y su universo de trabajo no afloja ni baja los brazos. Siempre para adelante y si es con un buen corte de pelo, mejor.