Multitudinario encuentro de catequistas en Derqui. Grupos provenientes de 37 parroquias llegaron hasta el Club Messi para vivir la sinodalidad.
Día soleado, movimiento de autos, gente de todas las edades entrando y saliendo del Club Municipal Messi de Derqui, música en vivo y comunidad alrededor de la palabra.
En la puerta nos recibió con una sonrisa el querido Oscar Iglesias, cura párroco de Derqui desde hace 31 años.
“Está muy lindo el club, muy agradecidos al municipio por la posibilidad de hacer este encuentro acá al que llegaron grupos de catequistas de las 37 parroquias que conforman la Diócesis Zárate Campana, que abarca desde Baradero hasta Maschwitz y desde Zárate hasta Derqui”, describió el querido Oscar.
También nos informó sobre el énfasis de este encuentro multitudinario: la sinodalidad, un término acuñado por el Papa Francisco que significa “caminar juntos como pueblo de Dios”.
“El tema pasa por saber y aprender a escuchar al otro; es un tiempo donde parece que la palabra no tiene peso, por eso en la primera parte nos reunimos en grupos pequeños de diez personas con la consigna de que todos puedan responder una pregunta y el resto pueda escuchar durante un minuto sin interrumpirlo”, compartió con El Apogeo.
La segunda parte, después del almuerzo (un plato de arroz con pollo espectacular), se repitió esta consigna, pero esta vez en vez de un minuto, fueron dos. Una puerta que abrió el debate a la charla con la posibilidad de la participación de todos.
“Estamos en un momento muy difícil, de mucho individualismo y egoísmo, por eso son muy importantes las propuestas comunitarias “, comentó Lidia Montán, catequista de Pilar perteneciente al grupo que organiza campamentos en Tandil.
“La sinodalidad no es otra cosa que escucharnos entre nosotros y también escuchar al espíritu de Dios que habita en nosotros. Es una modalidad antigua, pero aplicada nuevamente, necesaria para poder crecer juntos siendo responsables unos de otros. Lamentablemente hoy notamos que la familia está alejada de Dios, no hay un encuentro personal con Jesús, se usa la iglesia para tomar los sacramentos y no como algo transformador que nos permite aprender y crecer en la Fe. Nosotros pensábamos que esto pasaba solo en el colegio, pero no, está pasando en general, como si estuviéramos viviendo una época sin Dios y en vez de dejarnos guiar por nuestro creador, que nos conoce y quiere que seamos felices, nos alejamos”, reflexionó la hermana Lorena de la Congregación Hijas de Santa Ana.
-¿Qué es ser catequistas? –preguntamos a Paola y Silvia, vecinas de Matheu, presentes en el lugar.
-Para mí es ayudar a las personas para que se puedan acercar a Cristo.
-Para mí fue la respuesta a una pregunta que me venía haciendo: ¿para qué estoy acá?
