por Noelia Venier
(Instagram @noevenier)
En casa, hasta hace no mucho, no teníamos televisión. Es decir, sí un aparato de televisión, en el que solíamos mirar películas en DVD, pero no cable o TV de aire. Para lo que hay que ver, me repetía. Les repetía. Pronto la insistencia ganó y desembarcaron Netflix y Disney y Flow. Concesiones de la convivencia. Perdición del ocio. En fin, hija y compañero contentos.
Ayer fue lunes. Un lunes raro lleno de esa nostalgia que queda del fin de semana; se sumó que fuera la antesala de un nuevo 8 de marzo, que siempre me lleva a la reflexión. Llovió. Y para colmo tenía turno con la ginecóloga. Llegué temprano. Tardó en atenderme. En la puerta, en la vereda (por cuestiones de pandemia) esperé y observé ese mundo de paradas y colectivos cerca de la estación de Morón. Enjambre de seres iban y venían. Mujeres iban y venían y las noté cansadas. Y recién era lunes.
Cuestión que finalmente entré. Tu problema son las hormonas, me dijo Claudia con su tonada cordobesa. ¿A dónde puedo comprarlas?, le pregunté mitad en serio y mitad en broma. Después de todo, a veces mi parte burguesa me hace creer que puedo comprar lo que me falta. Claudia me miró a través de los anteojos, por encima del barbijo. No sé si sonrió o no.
Ayer fue lunes y no sé por qué, terminé viendo la tele. Canales de aire y cable. Debo confesar que eventualmente caigo en la tentación de ver qué pasa ahí adentro. La guerra acá y allá. El acuerdo con el FMI. El último eliminado de Master Chef. Zapping. Canosa que vomita lo peor del patriarcado. Ella representa esa parte de la sociedad que detesta lo popular, lo heterogéneo, la lucha. ¿Qué papel está jugando? ¿Por qué revolea tanto los ojos cuando habla? ¿Alguien más se da cuenta de lo mala actriz que es? “El feminismo no puede y no debe construir a los hombres como sus enemigos naturales. El enemigo es el orden patriarcal, que a veces está encarnado por mujeres.” Recuerdo haber leído que escribió Rita Segato. Canosa representa la fragilidad del patriarcado. Sus últimos manotazos de ahogado. ¿Estoy siendo optimista un lunes justo antes del Día Internacional de la Mujer? Desde la cocina, mi compañero me dice que la cena ya está lista y me salva de seguir hipnotizada frente a ese aparato de espejismos y mentiras.
Hoy es martes 8 de marzo.
En lo que va del año hubo 1 femicidio cada 32 horas. Las provincias que presentan la tasa más alta son San Luis y Santiago del Estero. El 60 % de los femicidios fueron cometidos por la pareja o ex pareja. Arma blanca, en la vivienda de la víctima; 52 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre. (Fuente Observatorio Mumalá.)
Una piba fue violada por seis… (completar con la palabra que, para vos, lector, más los represente, todavía yo no la encontré). Una adolescente wichi de 14 años asesinada en las últimas horas. Una mujer desapareció. Misma historia. Pero Canosa desencajada insultando la diversidad, la inclusión, el paro de mujeres, el feminismo me da esperanzas de que está por caer.
Hoy es 8 de marzo. El dolor es colectivo. La lucha, también.
