Mucha gente de Derqui trabaja silenciosamente y deja huellas en la vida de los demás, como Luisa Cristaldo. Durante 25 años tuvo una despensa en el Barrio La Esperanza.
Abrió su negocio en el ‘93, justo cuando arrancó el auge de los countries.
“No existía Jumbo, ni siquiera estaba el supermercado Norte”, recuerda en una de las mesas de El Almacén.
“Tuve el honor de tener al Dr. Fulco como cliente, venía todas las semanas a comprar”, dice la vecina quien hace poco más de un mes bajó la persiana después de 25 años de trabajo.
Luisa fue la dueña da la Despensa La Esperanza, Bélgica y Ruta 234.
“Primero alquilé donde hoy hay una carnicería y una pizzería, en ese entonces estaba la verdulería La Esperanza, 12 años estuve ahí; después alquilé enfrente.”
Madre de tres hijas y abuela de dos nietas, a los 53 años está en pareja con Oscar Bayer, mecánico.
“Las personas no valen por lo que tienen sino por lo que son, y la humildad es lo más importante. Yo la tuve que luchar de muy joven y lo único que quise en mi vida es que mis hijas tengan un futuro, llegó mi tiempo de descansar y de vivir”, comparte.
“Hace 20 años que estoy con Oscar, es un hombre espectacular, con él aprendí a ser feliz, que te quieran, que te cuiden. No le tengo miedo a la muerte, mi vida tuvo todas las etapas, a los 50 años estoy tan enamorada como si tuviera 15.”
-¿Cómo estás hoy con respecto a tu tiempo libre?
-Las primeras semanas estuve bastante triste, tengo días en que quisiera volver al negocio y encontrar mi lugar, pero hay otros en que siento tanta paz, de no pensar en juntar para la luz, el alquiler, en fin, me estoy encontrando en esta nueva etapa, pero estoy en paz porque siento que cumplí con mi gente.
Un testimonio de vida de alguien que llegó a Derqui a los 5 años y acá pudo trabajar, formar una familia, encontrar el amor y ser feliz.
Sólo queda agradecer a Marien y Sebastián, también a Mariela, vecinos de La Esperanza que sugirieron y nos ayudaron para hacer esta bella entrevista.
