Ya pasaron ochenta y tres años desde su fundación y todo sigue su curso.
Las agujas en su tic tac son la forma que elegimos para medir el tiempo. Nos gusta encasillar, que todo este ordenado según fechas, horarios y meses.
La estructura genera seguridad.
Pero, a decir verdad, los momentos no tienen jaulas. Mucho menos los buenos recuerdos.
¿Cómo quedará en el corazón de los delvisenses está última etapa del Club Unión? ¿Quedará en el corazón? Muchos creemos que sí.
Ahora bien, los logros alcanzados en estos años, ¿colman las expectativas de quienes forjaron con trabajo y entrega esta refundación de un club de barrio?
Del silencio y el vacío que hace 9 años ocupaba las instalaciones deshabitadas al bullicio de niñas y niños y familia que hoy llena de vida la legendaria institución, ¿hubo algo para aprender? ¿Hay algo para valorar?
¿Cuál es el compromiso de una sociedad con sus espacios comunes? ¿Qué lleva a las vecinas y vecinos a entregar horas de su vida para levantar este tipo de lugares? ¿Qué los motiva?
La Navidad se acerca y tal vez este viejo club no esté en las oraciones de casi nadie, sin embargo sus paredes de 83 años de vida guardan voces y cánticos y temblor de sueños. Cosas de la comunidad que lo forjó, por momentos fervorosa, por momentos ausente.
La historia juzgará este tiempo, cuando miles se juntaban a recibir medallas bajo el tinglado ancestral.
por Victor Koprivsek
