Con representantes de doce provincias argentinas, los docentes llevaron a cabo el XXXVII Encuentro Nacional de Maestros Rurales. Una iniciativa que se repite año tras año y que no sale en ningún diario.
Del 18 al 24 de enero de 2016, se realizó el XXXVII Encuentro Nacional de Maestros Rurales, organizado por A.M.R.A. (Asociación de Maestros Rurales Argentinos), en la ciudad de Armstrong, Provincia de Santa Fe, en donde participaron un centenar de docentes.
Como todos los años, el objetivo del encuentro fue el de propiciar el perfeccionamiento continuo, compartir experiencias educativas y por sobre todo abordar la situación de la educación rural en las provincias y en el país.
Asimismo, se brindó la posibilidad de compartir talleres en donde el arte en sus distintas expresiones estuvo presente, además de paseos, visitas y los clásicos bailes y fogones.
A lo largo de la semana se desarrollaron distintas temáticas: astronomía con la observación del cielo, filosofía con niños, literatura, ciencias sociales, taller de musicoterapia y presentación de las provincias sobre los festejos del carnaval y sus características.
De la delegación Buenos Aires, Araceli Sivori, docente y directora de la Escuela N° 5 del Paraje Gómez de la Vega de Brandsen, compartió el proyecto que se lleva adelante en su escuela: un proyecto de extensión con la Universidad Nacional de La Plata, específicamente con la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales denominado “Mejorando la producción y calidad de la leche”.
Se trabajó también con la Resolución 109/10 del Consejo Federal de Educación, en la que se da cuenta de las problemáticas que requieren de políticas educativas, especialmente diseñadas para la ruralidad, y las dificultades históricas para lograr la atención intersectorial sostenida a las poblaciones que habitan espacios alejados de ciudades o pueblos, insuficiente cobertura de los niveles del sistema previamente no obligatorios y carencia de respuestas educativas que atiendan las necesidades y posibilidades de cada territorio, reconociendo sus particularidades.
A partir de esta premisa se abordaron dos ejes fundamentales: la organización de la escuela rural y el acompañamiento al docente rural, en cuanto a recursos, capacitación y supervisión, teniendo en cuenta las problemáticas que requieren definiciones de política educativa diseñadas para la ruralidad.
Luego de debates y discusiones, se llegó a la conclusión de que la educación rural tiene fortalezas sobre las que hay que apoyarse, haciéndose indispensable el acompañamiento del Estado y la consulta a las comunidades sobre sus necesidades, reconociendo al maestro rural como fuente de conocimientos y experiencias válidas para otros colegas.
Para brindar igualdad de oportunidades y calidad se necesitan todos los recursos humanos y materiales para que el alumno tenga pensamiento propio y dé a luz su propia palabra.
La capacitación y la formación del docente con la posibilidad de reflexionar y pensar diferentes miradas sobre una situación brindarán una educación para niños, adolescentes y adultos comprometidos y libres, ciudadanos que puedan elegir y participar, considerando siempre a la educación como el camino a la libertad y a la superación personal.