“Somos la familia Repolo”

Mamá Ana, papá Raúl, hijo Cristián. “Junto a la gente linda de Del Viso que nos apoya siempre”.

Del Viso es familia, cosas del barrio que se sostienen con los años, comercios que pasan de generación en generación. Como la gente del Kiosco Cristian que está desde el año 1980 levantando la cortina con una sonrisa y un agradecimiento grande a la comunidad que acompaña.

Mamá Ana, papá Raúl, hijo Cristian.

“Cuando él nació, le pusimos su nombre al kiosco y cuando terminó el secundario empezó a trabajar en la caja”, dice su madre contenta.

“Desde entonces estamos acá, junto a la gente linda de Del Viso que nos apoya siempre”, suma Cristian a la charla.

Sus padres llegaron a la Ciudad de los Pájaros hace 50 años, “venimos de la Capital federal, vivíamos en Córdoba y Bustamante y nos vinimos a Del Viso City”, suelta el papá, don Raúl.

“La nena tenía seis meses cuando vinimos a Del Viso, y la poníamos a la sombrita del ligustro”, recuerda doña Ana.

Barrio Prado Verde, frente a La Morenita, ahí compraron su terrenito, construyeron su casa y formaron una familia hermosa.

“Esto era una zona de quintas, pero después se urbanizó, un lugar muy tranquilo donde nuestros hijos crecieron bien, crecieron sanos, buenos colegios, fueron felices”, cuentan.

“Yo estudié en el Parroquial de Del Viso, después hice dos años en la Media 4 y terminé el secundario en el Fátima de Pilar”, repasa el joven hijo.

“Nuestra hija, Claudia, actualmente está en Estados Unidos. Somos la familia Repolo”.

Hoy el comercio se convirtió en un maxikiosco total, hasta fiambrería tiene, ubicado sobre la Ruta 26 a metros de la esquina de Valentín Gómez, lo conoce todo el mundo. Un lugar tan querido como sus propietarios.

“Hoy pasé por el kiosco porque vengo de hacer gimnasia en el polideportivo municipal, la verdad que una barbaridad, nunca pensé que nos podían brindar a esta edad algo tan bueno”, dice la mamá.

-Cuéntenos qué actividades hace usted ahí.

-El sábado pasado hubo un psicofísico donde nos hicieron electrocardiogramas a todos, a los más chicos y a las personas mayores. Yo hago gimnasia, las caminatas son los martes y viernes, con profesoras y todo.

Notas al paso, notas que dan sentido a nuestro diario delvisense. En un momento tan especial del mundo donde todo parece tan negativo, si ponemos la lupa en el barrio, encontramos familias que trabajan día a día, jóvenes que estudian y continúan el legado de sus mayores, y así se da en Del Viso. Otro ejemplo es la tradicional pizzería Don Camillo, donde las nuevas generaciones asumen la responsabilidad de continuar el legado. También pasa lo mismo con la Farmacia Gutkind, la Óptica Bello, el Aserradero Giardilli, la Panadería Rocca y tantos otros comercios que apuestan a la familia, a su historia y, sobre todo, al trabajo.

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