Se llama 90’s Café y está ubicado en plena Av. de Mayo. En una entrevista exclusiva charlamos con Nahu, responsable de este nuevo emprendimiento comercial.

Primer dato: todos los meses varían la región de procedencia del café que traen, “hasta ahora trajimos de Brasil y Honduras”, comparte Nahu.
El café de especialidad se basa en tres cosas fundamentales: la selección del café, es decir la región de procedencia, la temperatura de preparación y la combinación que se hace. “Hoy en carta tenemos late caramel, flat de vainilla, fusión con pistacho, hay muchas opciones en 90’s Café”.
-¿Por qué el nombre?
-Lo pensé como un punto de encuentro con mis hermanos, todos menos uno nacimos en los noventa. Además, desde lo personal, siento que los noventa fue la mejor etapa en la Argentina. Hoy estamos súper colonizados por los yanquis y se perdieron muchas tradiciones nuestras.

Nahu es el dueño de Indiviso, un local de indumentaria que está en la parte de adelante de la cafetería. Haciendo un poco de historia, en el lugar funcionó La Cima, otra cafetería que pusieron con mucho entusiasmo las hermanas Ochoa y arrancó muy bien, pero tuvo que cerrar el año pasado por el increíble aumento de la luz que sufrieron, la boleta mensual pasó de 100.000 por mes a 800.000 pesos.
“Cuando las chicas cerraron, lo cual fue muy triste, yo vi que la gente seguía entrando y preguntando por la cafetería. Y, aunque mi sueño es tener un bar, yo siento que esto es un puente”, comparte el joven emprendedor, quien en agosto del año pasado se propuso poner manos a la obra para abrir el local en diciembre, pero recién el 1 de febrero arrancaron con la puesta en marcha, “estuvimos literalmente todo el mes metidos acá adentro armando la cafetería, lo hicimos todo a pulmón, desde poner el durlock hasta cada detalle de estanterías, decoración, todo menos la parte de electricidad”.
La elaboración de la pastelería la hace una chica de Derqui, la cerámica (tazas, platos, recipientes) también es local. La joven barista, Cony, es de José C. Paz, pero el amor la trajo a Derqui; y, como todos bien sabemos que cuando alguien se enamora de un derquino (o derquina), su destino queda marcado para siempre.
“Estudié y trabajé en una cafetería en Capital, pero me quedaba muy lejos, me levantaba todos los días a las cuatro de la mañana, me vine a una cafetería en Del Viso hasta que mi cuñado me avisó que abrían la primera cafetería de especialidad en Derqui y no lo dudé en sumarme”, cuenta Cony de 21 años de edad.
Jóvenes emprendedores, jóvenes con sueños, jóvenes de manos a la obra. Siempre tendrán un lugar en las páginas de El Apogeo Diario. ¡Felicitaciones y avanti!
