De qué hablamos cuando hablamos de autismo

Por María Almeida

Esta pandemia (Covid-19) hizo y sigue haciendo que padres e hijos se queden en casa y que se separen de los demás, para ayudar a detener la propagación del virus. En una abrir y cerrar de ojos, han cambiado muchas de nuestras rutinas diarias. Adaptarse a una nueva rutina es estresante para todo el mundo, pero todavía lo es en mayor medida en las personas con autismo, que tienen más problemas con los cambios.

Muchas familias de personas con autismo han visto su mundo patas arriba, ya que sus familiares con autismo pueden no saber qué es lo que está ocurriendo, o pueden no ser capaces de expresar sus miedos y frustraciones. Sumado a que las rutinas son súper importantes, tener una organización del tiempo y las actividades les permite tomar información del mundo que les rodea y poder así responder con seguridad a lo que les pide su entorno. La estructura y la organización son conceptos muy importantes para ellos.

Pero en el contexto actual, es muy difícil anticipar qué pasará y cómo va a evolucionar la pandemia, por lo que esta incertidumbre ha afectado enormemente a las personas con autismo y a sus familias, incrementando sus niveles de ansiedad y provocando un aumento de las conductas repetitivas y disruptivas.

Teniendo en cuenta que cada persona es diferente, cabe mencionar que, en algunos casos, el hecho de tener que permanecer en su casa debido a la pandemia, también ha disminuido su ansiedad debido a que se ha reducido el contacto social con los demás, que en algunas personas con autismo es una fuente de estímulos y, en consecuencia, de estrés.

Como sabemos, a cada persona con autismo y su familia, les afecta de una forma diferente esta situación, y cómo cada familia intenta resolverlo, también. Queda en evidencia que, con el cambio de rutina constante, les cueste nuevamente adaptarse a las nuevas restricciones o medidas futuras, ya que tal y como les conté, no es algo que pueda anticiparse y genera ansiedad y una sensación de descontrol.

Por eso es importante conocer en profundidad a cada persona con autismo, ya que cada persona es diferente y requiere de un “ponchito a medida». Si conocemos en profundidad a cada persona, se le pueden brindar unos soportes y apoyos más específicos e individualizados que permitan sostener y acompañar este proceso.

Por eso es fundamental para las familias de personas con autismo hablar de autismo, concientizar, informar, visibilizar. Por eso yo hablo de autismo.

Un mundo en el que quepan todos los mundos es posible, si todos ponemos nuestra parte. Yo hablo de autismo, ¿y vos?

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