(Fuente: Página 12)
La semana pasada, después de una reunión de los trabajadores con Carlos Luis Pirovano, presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), empezó a circular un comunicado oficial en el que ATE Incaa enumeraba una serie de puntos que expresaban las intenciones del gobierno de Javier Milei en relación al Instituto. El documento advertía sobre la negativa de las autoridades a reincorporar 170 trabajadores despedidos (en su mayoría monotributistas) y anticipaba la posibilidad de profundizar el plan de desguace con más despidos (algo que Pirovano atenuó con la categoría de “no renovación de contratos”), el cierre de las plataformas digitales de contenidos audiovisuales nacionales (Cine.Ar y Cine.Ar Play), la venta del cine Gaumont, la privatización de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc) y el desfinanciamiento de estrenos, festivales, programas y prestigiosos eventos como el Festival de Mar del Plata o Ventana Sur.
Este lunes, sin embargo, se oficializó parte de aquella información: la resolución publicada en el Boletín Oficial y firmada por Pirovano comunica una serie de medidas que según las autoridades apuntan a “racionalizar los recursos” en el Instituto pero que, en los hechos, paralizan las políticas públicas destinadas a fomentar la actividad cinematográfica. Por un lado, se canceló cualquier apoyo económico para realizar estrenos o asistir a festivales, y se recortaron los fondos destinados a las provincias; por otro, se cancelaron pasajes al exterior, comidas, viáticos y celulares para funcionarios, no se renovaron contratos, se eliminó la posibilidad de nuevas contrataciones y se suspendió el pago de horas extras.
Las autoridades explican que el objetivo es «reducir los 8 millones de dólares destinados a salarios del personal» y arguyen que por eso no se renovará ningún contrato. Pero lo que más llamó la atención, quizás, es el último párrafo del documento. «Nuestro compromiso con el déficit 0% es innegociable. Se terminaron los años en los que se financiaban festivales de cine con el hambre de miles de chicos». Puede sonar patético, pero el argumento que hasta hace poco circulaba entre tuiteros y militantes fervorosos de redes sociales ahora de pronto es esgrimido por la propia Secretaría de Cultura, a cargo de Leonardo Cifelli, como un modo de respaldar aquello que comenzó con la resolución firmada por Pirovano.
La reacción de los trabajadores del sector fue inmediata. Rápidamente se organizaron asambleas: ATE Incaa y Unidxs por la Cultura convocaron a una Acción Cultural Federal y conferencia de prensa este jueves14 a las 17 en las puertas del Gaumont (Av. Rivadavia 1635). También habrá acciones en otros puntos del país: en Rosario frente a la Plataforma Lavardén, ENERC y EPCTV (Mendoza 1085) y en Córdoba en el Espacio Incaa – Cine Teatro Córdoba (27 de abril 275). La convocatoria reclama la reincorporación de los despedidos y promueve la defensa del cine nacional, los festivales federales, los espacios Incaa, las escuelas de cine, la TV y las plataformas de contenidos nacionales.