por Victor Koprivsek

Se acerca fin de año y es necesario bajar un cambio. Detenerse en lo importante, hacer una pausa para ver en la mirada de los seres queridos, en lo profundo de su alma, cómo están.
¿Tan difícil es escuchar el corazón del otro? ¿Tan cerrados estamos como para no ponernos por un segundo en sus zapatos?
Es importante no sumarle peso a la carga del hermano, ahuyentar los fantasmas de la soledad con un simple llamado, una visita a tiempo, sonreír en la alegría compartida, alzar la copa de la familia y del barrio.
Noviembre va quedando atrás, diciembre esta cerca con su espíritu de Navidad. Año tras año es necesario, nuevamente, recordar el verdadero porqué de las Fiestas, su sentido de Fe y reencuentro.
Navidad es la celebración de un nacimiento que hace más de dos mil años cambiaría el mundo y partiría el tiempo en dos, antes de Cristo y después de Cristo.
Y acá seguimos, nosotros, generación tras generación, viviendo y sobreviviendo.
¿Qué marca la diferencia entre una y otra cosa? ¿Entre vivir y sobrevivir?
Desde nuestras páginas resaltar, como cada mes desde hace 13 años consecutivos, lo mejor de Del Viso, sus puntos de encuentro, los avances que, aunque mucho o poco, siempre suman. El amor de su gente por este lugar.
La grandeza de tantas vecinas y vecinos que, a lo largo de la joven historia de esta ciudad, han aportado un granito de arena para mejorar algo.
Elegir un lugar en un mundo tan grande, para echar raíces y formar una familia, para invertir en un negocio o desarrollar una carrera profesional, no es poca cosa.
Por eso, valoramos todos los esfuerzos que, en respeto y comunidad, se hacen y se hicieron.
De nuestra parte, dejamos en la palabra escrita nuestra semilla.
Sin olvidar que la historia acá la escriben las vecinas y los vecinos, desde las instituciones locales, el impulso del día en su trabajo, la recorrida del barrio por ver aquello que falta, y por intentar mejorar algo.
La Estación Del Viso, recuperada en su lugar, de donde nunca debieron haberla movido, conserva en sus andenes renovados todo lo transitado.
En el ir y venir de la gente se fue construyendo el pueblo hoy ciudad.
Las miradas de ayer fueron testigos de los proyectos que se lograron, y los que faltan.
Placánica, Hermida, algunos nombres importantes que vale la pena recordar, acompañan esta editorial junto a quienes apoyan con sus publicidades nuestro trabajo.
Gracias de corazón y bienvenidos a El Apogeo de Del Viso, donde tu historia vale.