El Apogeo de Derqui
Cultura del Trabajo
El trabajador no es ningún gil. Frente en alto, tú y tu descendencia. Dignidad y vocación. Orgullo de llevar a la mesa el pan y la sonrisa, nunca el puño.
Se levanta la mañana desde los barrios, el sol descorre sus cortinas del sueño y la columna avanza. Trenes y ranchos, movimiento del jornal y la vida, algo que hacer para edificar las horas, algo que valga la pena.
Pibes que van, pibas que vuelven a inventar la cultura del trabajo, a reinventarse desde el lugar aquel donde quedaron, hombres mayores y mujeres que saben bien cumplir lo mandado.
El calendario señala una idea, la síntesis de generaciones y conquistas: 1 de mayo, Día de los Trabajadores. Avanza y retrocede, humanidad.
Fábricas que crujen, ordenadas. Pastizales, campos y cosechas, usinas, electricidad, detonaciones de la tierra, maestranzas en busca de minerales que según dice la publicidad mediática “Nada podría existir sin ellos”. Mataderos que salpican sangre, oficinas que acumulan papeles, horas del día empujándose, atropellándose unas sobre otras, persianas, escobas barriendo veredas del tiempo, pueblo chico, ciudad.
¿Está todo mal? No.
Sólo que “El impulso es ciego si no hay conocimiento, todo saber es inútil si no hay trabajo, pero todo trabajo es vacío si no está hecho con amor”, algo así escribió Khalil Gibran.
Viene creciendo, animando a los surcadores del día, cientos que van intentando el momento, tejiendo, puro ladrillo para juntar y construir puentes, que no es fácil, puertas, llaves, caminos del aire. Me refiero a quienes se han tomado en serio la labor comunitaria, quienes salen de la quintita y van por más.
Que la nueva cultura del trabajo, apenas naciendo, restaure desde las horas empecinadas y cortas.
Busca tu oficio, libera tu instinto por hacer, hurga en tu profundo corazón y desempolva las razones, lánzate a la osadía de aportar. Da cien veces más de lo que recibes, no te quedes con cumplir, intenta ese plus: la estrella extraordinaria.
El pan de tus hijos, el cambio del mundo, la alegría de todos, el barrio en paz, la charla entre amigos, el domingo en familia, cumpleaños, buenos días, la satisfacción de no engañar a nadie, la honestidad recostada sobre tu almohada, un mate antes de salir, el día sencillo en que regresas y alguien te espera, el orgullo de vivir.
Que el trabajador no es ningún gil. Que la historia se escribe con coraje y determinación, que hay mucho por hacer y tú no naciste para hacer las cosas mal, muy por el contrario, eres capaz del salario digno de hacer las cosas bien.
No esperes nada, bríndate, que al llegar a tu casa una mujer espera, para amarte, hombre de hoy. Y tú, mujer trabajadora, madre, no temas nada, avanza, que para ti la caricia ha de volverse tregua en la noche de los barrios.
Los hijos ven, hijos recuperados que no olvidarán el año en que toda una generación decidió recuperar su futuro. Que la mirada cruce la distancia y la mentira, que el horizonte llegue hasta tus manos curtidas para que defiendas la esquina que te vio nacer, la casa, el árbol, los pibes, la cultura, el respeto, la manera en que florece frente a ti la vida más allá del dolor.
Feliz día, feliz mes, feliz año, que las cortinas se levanten y sean de sonrisas los buenos días.
Bienvenidos una vez más a El Apogeo de Derqui.
Nacimos allá por junio del 2008, mes a mes durante cuatro años, fuimos sumando nuestro aporte en Derqui, Del Viso, Pilar. Nos unen las palabras y el verbo, a esa legión orgullosa de trabajadores dignos. Profesionalismo, convicción, dedicación y orgullo.
Porque las buenas noticias también son noticia.
Víctor Hugo Koprivsek
El Apogeo de Del Viso
Entre todos
La generosidad demuestra fortaleza, respeto, seguridad. Ser generoso es avanzar sin miedo, soñar en grande, permitirse la semilla y la huella, proponer la ecuación diferente, ser agradecidos e ir por más. Ir por todo.
Cuando llegamos a Del Viso, hace exactamente 33 meses, nos propusimos darles visibilidad a quienes daban vida al universo de la esquina, encontrar las vecinas y vecinos, anónimos o conocidos, que forjaron los cimientos de esta tierra.
Así lo hicimos, honrados y gustosos de escribir la historia aún no contada de Del viso.
Fuimos conociendo gente increíble, organizaciones sociales, clubes, sociedades de fomento, bandas de música, cooperadoras, emprendimientos comerciales, inmobiliarios, culturales, políticos.
En estos casi tres años la Ciudad de los Pájaros cambió, fue irguiéndose, apareciendo en el mapa, el Municipio junto con la Provincia y la ayuda de la Cámara de Comerciantes consiguieron para la comunidad una nueva oficina de Registro Civil digna, en pleno centro. Se fundaron un centro de rehabilitación y una escuela pública, resurgieron de las cenizas importantísimos proyectos comunitarios, como la institución más antigua, el Club Unión, que estaba con sus puertas casi cerradas, se mejoró la Plaza Independencia, para disfrutarla tal como está ahora, con juegos, caminos y bancos para tomar mate y pasar el rato.
Fuimos testigos de todo eso, nos sentimos parte. Hubo eventos culturales que coparon los espacios abiertos. La FM Del Viso, medio de comunicación amigo que nació al mismo tiempo que nosotros, celebró una fiesta increíble con teatro y música, aparecieron las “gratiferias” y las murgas en la calle Independencia.
Tres años de alegría, pertenencia, identidad, barrio, comercio, cultura, comunicación, visibilidad, palabras escritas, estrategia, integración, hermandad, amistad, cariño, trabajo, esfuerzo. Tres años de caminar, soñar, tipear, diagramar y repartir El Apogeo de Del Viso.
Y así seguiremos junto a ustedes cada mes, en esa mesa familiar que tanto nos honra, junto a ustedes, pueblo lindo, gente sana, llena de ilusiones y esfuerzos, desde los niños hasta los mayores, con la mirada y el corazón en todas y todos pero más que nada, en la juventud.
Gracias nuevamente a todos las auspiciantes que hacen posible este sueño comunitario, esta alegría de todos.
Generosidad, integración, abrir las puertas y el corazón a todos los que vengan para sumar, a quienes tengan ganas de aportar y sembrar, de resaltar lo mejor de esta ciudad crecida que es Del Viso.
Por eso les damos la bienvenida al suplemento con noticias de acá, que cada viernes sacan nuestros queridos colegas del Diario Regional de Pilar.
Es entre todos la cosa, entre todos.
Víctor Hugo Koprivsek