Caminos escabrosos hacia la resiliencia, de Claudia Palavecino, joven derquina que escribe desde los 9 años. Fue un proceso muy largo hasta llegar al libro. Pero lo logró.

“El título original iba a ser Cartas al cielo, porque todo lo que escribo lo hago para mi sobrina que falleció hace siete años y siempre quise llegarle a ella”, arranca.
-Y ¿por qué lo cambiaste?
-Por mis padres, para que ellos vean que pude salir delante después de todo lo que nos pasó.
Su mamá se llama Cecilia del Carmen Olmedo y su papá, Juan Carlos Palavecino.
“En todo el camino que hice ellos estuvieron a mi lado junto con mis hermanos. Este es mi regalo”.
El libro fue publicado con el acompañamiento de El Bodegón Ediciones.
“Yo estuve en un hospital de día, cuando llegué, hacía 3 años que no escribía. La coordinadora me preguntó qué hacía y le respondí: ‘Nada’. Ella sabía que me gustaba la poesía y me dio cinco palabras, elegí una empecé a escribir de nuevo”, abre su corazón.
Después del alta médico volvió al lugar, pidió el cuadernillo para releer aquel poema escrito, “y le saqué una foto y lo puse en el libro. Para mí escribir es vida”.
Cambios que suman.
“A los de nuestra generación nos encajonaron en un estándar donde se nos dijo que teníamos que trabajar tantas horas por día, con 15 días de vacaciones al año, porque la guitarra no nos iba a dar de comer”, dice su papá.
“Hoy nos damos cuenta de la importancia de la libertad de uno. Yo soy jubilado, trabajé toda mi vida por dos pesos cuando podría haber seguido mis sueños”, comparte ante la mirada atenta de su hija y su esposa.
