Don Casquero nació en un pueblito de Chacabuco, O’Higgins. Su papá fue ferroviario y el destino quiso que vivan en Derqui.

Así fue como hizo la primaria en la Escuela 11 junto a otros vecinos, como don Humberto Contardo.
“Los dos teníamos muchas faltas de ortografía”, sonríe don Casquero.
“Yo trabajé varios años en el ferrocarril hasta que sufrí un accidente, me quedé electrocutado y casi muero. Después entré en lo que fue la antigua Avan y más tarde un primo me hizo entrar en un laboratorio de productos veterinarios”, repasa de su vida laboral.
Nos gusta entrevistar a nuestros vecinos mayores porque su historia vale.
“También trabajé con mi viejo de plomero, mi hermano Lalo sigue haciéndolo”.
Como bien dice, Lalo Casquero aún recorre con su bicicleta las calles derquinas llevando adelante ese noble oficio. Una persona muy querida por quienes hacemos El Apogeo.
Mayor de cuatro hermanos y padre de dos hijos, Javier y Juan Pablo, casado con Edith Redolfi, compañera de toda su vida quien partió hace dos años de este plano, pero su recuerdo sigue acá.
A los 77 años se lo puede ver caminando por Derqui por la mañana o la siesta cuando el sol pega lindo en las veredas.
Es importante charlar con nuestros mayores, gente de esta ciudad que han forjado familias y son parte de la idiosincrasia del pueblo. Apellidos como Casquero, Redolfi, Contardo, lindo nombrarlos en el diario del pueblo porque sus nombres honran nuestras páginas que buscan compartir identidad y pertenencia.
Vaya, entonces, esta entrevista al paso para seguir contando quiénes somos.