Volver a mirar a los ojos hasta que el otro sea prójimo. Abrazar a los mayores y que no se sientan solos. Celebrar con hijas e hijos cada momento compartido. Apagar el celular cuando eso pasa.
Cuando está golpeado un amigo. Cuando la ilusión se frena. Cuando las estrellas no brillan y la angustia es la moneda.
De repente los jóvenes. De repente Dios. De repente una palabra. De repente el amor.
Hace falta el encuentro y la mano tendida. Hace falta volver a encontrarse en nosotros.
Cuando alguien se va. Cuando alguien se cae. Cuando a alguien lo tiran. Cuando intentan apagarlo. Cuando urge el llamado. Hace falta el hermano. Hace falta su mano.
Febrero queda impreso en una edición que resiste.
Hoy más que nunca hacen falta las buenas noticias. Hay que buscar bien. Hay que sembrar con Fe.
Vamos que la vida llama. Hay proyectos y hay talentos, hay cultura. Tantos y tantas necesitan un lugar en la mesa de los sueños. No te alejes demasiado. No cierres la puerta. Confía en que todo se va a acomodar. Tú puedes hacerlo.
Bienvenido a El Apogeo.