La familia Abad tiene su casa con locales comerciales en pleno centro de la ciudad, sobre la calle Independencia casi esquina French.
Un local de relojería y otro de ropa, los hermanos Abad aceptaron el legado de su madre y su padre y se dedicaron al comercio, uno al lado del otro y ambos frente a la Estación Del Viso.
Entre charla y charla, contaron sobre su infancia y adolescencia, dónde estudiaron, los comercios que había en la cuadra y cómo está la actualidad para quienes la yugan día a día.
“Yo nací en Bariloche, nuestros padres vinieron de allá en 1979, directo a Del Viso, tenía tres años y salí sorteado para entrar al jardín de la Parroquia San Cayetano. Nosotros somos tres hermanos, tenemos negocio en pleno centro, cuando llegamos la galería de la esquina era un baldío, lo único que había era la Farmacia Gutkind, la relojería de Oviedo, la casa de lotería de los Suárez y a la vuelta el bar del Gallego, enfrente una casa de deporte y el bar de Carlitos, también había una juguetería grande de la familia Groso y la tienda de los Mainaguet”, describen entre mate y mate en el negocio de indumentaria H&M.
“Nosotros hicimos la primaria acá y la secundaria la terminamos en la Terraf de Tortuguitas, hoy Media 7 Roberto Arlt, cuando estaba el director delvisense Jorge de las Cuevas, el mejor colegio de zona norte, lejos”, toma la palabra Damián, el mayor de los hermanos.
Mauro, dueño del negocio de ropa, se mete más en la actualidad comercial.
“Hoy por hoy la familia lleva a los chicos a la plaza de Del Viso porque si los llevan a los shoppings se funden. La gente no tiene un mango, hacen lo que pueden, todo el mundo buscando precios porque si no el sueldo no te rinde, más que subió la nafta, el boleto de colectivo, todo el mundo está haciendo malabares, acá lo que es ropa, obvio, llega el frío y la gente sale a comprar porque no te queda otra, hay que abrigarse, es preferible antes que gastar en remedios; la realidad es que no hay un mango y la gente se compra una camperita y tira con eso”, cuenta pausado el otro hermano Abad.
“El tema es que los precios son un problema, todo está caro, aunque en relación a lo que es la carne y la comida creo que la ropa no es tanto, es increíble, comer sale más caro que vestirte, el Casancrem y la manteca se fueron por las nubes”, dice sorprendido Damián.