Toda persona tiene el derecho y el deber de tener nombre y apellido. Los padres tienen el derecho de elegir el nombre de pila de su hijo o hija, pero con limitaciones legales ya que el mismo no puede ser extravagante, ridículo, contrario a nuestras costumbres, no pueden expresar tendencias políticas o ideológicas ni suscitar equívocos respecto del sexo del bebé.
No pueden usarse nombres extranjeros a no ser que se encuentren castellanizados por el uso de todos los días o que fuere el nombre del padre o de la madre y sea de fácil pronunciación y no tuviera traducción al idioma nacional.
No pueden usarse los apellidos como nombres; dos hermanos vivos no pueden llamarse de la misma manera; ninguna persona puede tener más de tres nombres.
Se pueden inscribir nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas.
El niño o niña podrá llevar el apellido del padre y el de la madre.
Los extranjeros, cuando se nacionalizan argentinos, pueden pedir la adaptación gráfica y fonética al castellano de sus apellidos de difícil pronunciación.
La mujer casada tiene el derecho de añadir o no el apellido de su marido.
La viuda tiene derecho a suprimir el apellido de su marido.
La mujer divorciada pierde el apellido de su esposo, salvo que él le permita usarlo o que ella sea una persona conocida en la industria, comercio o profesión y solicite conservar el apellido de su ex para continuar el desarrollo de sus actividades.
Ahora bien. ¿Cómo sabemos si algún nombre extraño será aceptado o no? Pues debemos hacer una presentación ante el Registro de las Personas (nacional o provincial) y solicitarlo.
He aquí ejemplos de nombres de varón que, previa solicitud de los padres, fueron aceptados: Abdias, Abner, Adalino, Chevy, Deniel, Dracón, Edrei, Evencio, Gian, Hari, Puel, Roni, Sam, Sem, Taiel, Urko, Xochtiel, Yoav, Zoel, Malik, Ofir, Ñancul, Suen, Toqui, Yain, Ijal; y nombres de mujer como: Abi, Benilde, Cleofe, Diva, Ekel, Erna, Hilen, Ibel, Illed, Irais, Nayla, Raia, Shams, Waltruda, Wepil, Nissi, Hadasa, Galix, Liwen, Krin, María de la O, Lubna, Jala, Kaila, Ligia, Ilia, Maica, Nalé, Micol, Piuque, Aiena, etc.
Entonces, ¿cómo llamarán a su bebé?
por Dr. Andrés Rosso