Instituto Carlos Pellegrini. Ícono de la educación en Pilar es un libro que describe en sus trescientas páginas de papel ilustración a color los cimientos de la historia de ese lugar tan emblemático para el distrito. En esta obra literaria se encuentran los testimonios de vida de quienes habitaron esa institución educativa que durante muchos años fue un hogar escuela para niños sin familia, huérfanos, desplazados.
Docentes, exalumnos, vecinas y vecinos que vivieron en el ICP, así como documentos históricos y un destacado registro fotográfico, convierten este libro-álbum en la pieza de arte que el Pellegrini merecía.
«La historia del ICP nos muestra, nos concientiza, nos ilustra, sobre el remedio que cura los males de la sociedad: la educación y el amor», Sonia Lembeye.
«Yo viví desde 1961 hasta 1968 en el querido Pellegrini, no nos faltaba nada, pero nada, deporte, talleres, alimentación y un cuerpo de profesores de primera», compartió don Luís Bustos con El Apogeo contento con su libro en mano.
Hoy hijas, hijos y nietos de aquellas generaciones fundacionales son testigos de este legado tan importante para la comunidad.
Cabe destacar que el Instituto fue creado en mil novecientos diez por la Ley N°7446 dictada por el Congreso de la Nación y aprobada en ambas Cámaras.
Testimonios de las hermanas Sosa, la familia Maass, la historia de «Quinoto» Quinteros, Osvaldo Torres, acompañan el recorrido de sus páginas; incluso testimonios de ex alumnos que viven en otros puntos de nuestro país, como Oscar Enrique Hodara que desde Neuquén acercó su aporte; o Luis Demarco, que vive en Palmas de Mayorca.
«Me he propuesto contar parte de esta historia sin ser un escritor competente ni un gran cronista de aquellos sucesos. Al paso del tiempo los recuerdos se vuelven subjetivos puesto que escribimos con el corazón», se lee en la carta que lleva como título «A los pibes de entonces», escrita por Víctor Leguizamón, exalumno, hoy profesor de Filosofía.
«En sus aulas, Biblioteca, comedor, salón de recreación, talleres, granja, huerto, quinta, jardines, vivero, corrales, criaderos, colmenas, esta alta casa de estudios formó hombres de honor al servicio de la sociedad», destacó la autora, profesora Sonia Lembeye.