¿Te imaginás reencontrarte después de 40 años con tus compañeros de la primaria?

Corría el año 1977 y un grupo de pibas y pibes egresaban de la Escuela 27 de Derqui. Cuatro décadas después, el domingo 24 de julio, se abrazaron de nuevo.

Pueblo de casas dispersas apenas vislumbrando un futuro y un progreso, aunque hoy estén destruidas sus calles como nunca se vio.

Pero por aquel entonces, treinta y nueve años atrás, Presidente Derqui era otra cosa.

“Nos conocíamos todos”, dice Alberto Cejas, uno de los precursores de un almuerzo donde se reunieron los ex compañeros de la primaria.

“La idea surgió cuando nos encontramos en el Face con Graciela Peil, después de 39 años de no vernos”, repasa el amigo.

Así fue cómo se empeñaron en ubicar a toda la división de séptimo grado de la Escuela 27 egresados allá por 1977.

Gabriel Kili Luján, Eduardo Curti, Néstor Vargas, Evangelina Sánchez, Fabiana Caldra, José Gatica, Mariana, Luís Cruck, Aida Lavagnino, Graciela Mengoni, José Mónaco, Olga Muñoa, Luís Regis, Adolfo Schinkel, Mabel Strappaveccia, Claudia Zapata, Graciela y Clara Peil, el docente y maestro del curso Norberto Ferreira, y, por supuesto, Alberto Ceja.

“Fue muy emocionante, tardamos un mes en organizar el encuentro. Nos divertimos mucho, desde el principio, como si jamás nos hubiésemos dejados ver. Tanto cariño, amores, desencuentros, fallecidos, muchos recuerdos juntos”, describió Alberto.

Un domingo, 39 años después, aquellos niños se volvieron a encontrar pero convertidos en hombres y mujeres.

Qué maravilla el poder abrazarse de nuevo y mirarse en el rostro del otro, reconocerse en ese espejo y sonreír.

Derqui tiene su gente. Un tesoro tan valioso como el espíritu de pertenencia que genera este lugar en el mundo.

 

por Victor Koprivsek

Compartir