Tener un hijo, plantar un árbol y… escribir un libro

Carlos Pissaco publicó su primer libro llamado “Cuentos cortos sobre historias largas”. Es vecino de Parque Leloir, tiene 67 años, padre de tres hijos y abuelo de dos nietos.

Por Victor Koprivsek

 

La vida corre y no se detiene, a veces más lento el andar, a veces más rápido. Lo cierto es que ante los ojos de las personas el paisaje se sucede en un sinfín de situaciones cotidianas que van poblando los días y las noches.

Esos mundos que se cruzan o no pero que sin duda conviven en un tiempo tabulado, son capturados por las palabras. A veces los astros se alinean y las palabras guardadas en cajones, escritas en papeles con letra cursiva, palabras desveladas, se convierten en un libro.

“He volcado todas aquellas cosas que tenía ganas de decir, de alguna manera en cada cuento me permití expresar mi sentir, por eso cada personaje es un pedacito mío”, así arranca el hombre el camino que hoy le toca: el de defender su primera obra literaria, un libro de relatos breves titulado Cuentos cortos sobre historias largas.

Carlos Pissaco se dedicó a otra cosa, formó una familia con su esposa y compañera, tuvieron tres hijos y hoy Dios los bendice con dos nietos. Trabajó en el área de recursos humanos de empresas como Bunge y Born, algunos Bancos, también tuvo una consultora que asesoró a Telecom Argentina cuando recién llegó al país.

Vivió en Barrio Norte hasta que alquiló con su familia una quinta para vacacionar en Parque Leloir y zas… se enamoró perdidamente del lugar.

“Desde hace 14 años que estamos acá, compramos una casa y nos encanta”, dice y como si todo aquello lo trasladara a otro tiempo, su corazón se abre en las razones de su escritura.

“Mi padre era un gran lector, él me transmitió ese entusiasmo por la lectura. Desde mi adolescencia ya empecé a escribir cosas sueltas, cuentos, poesías, pero nunca lo había plasmado en una obra. A los 67 años este es mi primer libro.”

El hombre se resume en la charla, despeja la niebla y en sus ojos se traduce su verdad.

“Me siento orgulloso de haber podido plasmar en él todo mi sentir. Es un libro ligado a los estados de ánimo. Si pudiera le diría al lector que no lo lea como una libro tradicional del principio al final, sino que escoja un cuento al azar, por el título, y que lo lea.”

Las palabras y los días se unen en el camino de la vida. Las historias son largas, los cuentos, cortos. Felicitaciones vecino por el impulso.

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