Pocas plantas pueden ofrecernos tantas propiedades como el Aloe vera. Sus innumerables beneficios físicos y nutricionales y sus múltiples aplicaciones preventivas y curativas, lo convierten en elemento base de recetas, preparados terapéuticos y productos cosméticos.
El uso del aloe vera con fines terapéuticos se conoce desde el tiempo de los antiguos egipcios: sus sacerdotes y alquimistas lo utilizaban para preparar pócimas medicinales e incluso era empleado para embalsamar momias.
Poco a poco, su utilización se fue extendiendo a todas las culturas. En nuestro país, después de haber estado durante siglos relegada a un segundo plano, vuelve a resurgir gracias al auge de los tratamientos con medicina alternativa.
BENEFICIOS CURATIVOS
Es una planta que tiene el poder de regenerar sus propias hojas para mantener su vitalidad y es esta misma fórmula la que nos permite obtener grandes beneficios curativos y nutricionales:
– Cicatrizante: tiene una gran capacidad para regenerar las células.
– Antiinflamatorio: contiene ácido acetilsalicílico que contribuye en gran medida a reducir el dolor y la inflamación que provocan los procesos reumatoides o artríticos, las tendinitis y las contusiones.
– Rejuvenecedor: aumenta la producción de las células fibroplásticas que se encuentran en la dermis y que son las responsables de la formación de colágeno, atenuando las arrugas existentes y reduciendo la aparición de nuevas; además, aporta proteínas que mantienen la piel tersa y flexible, elimina impurezas y toxinas, desinfecta, rehidrata, elimina marcas de granitos e imperfecciones, cicatrices y manchas.
– Dientes: el gel dentífrico realizado a base de aloe mejora la higiene bucal y ayuda a prevenir la caries. Además es eficaz para las encías inflamadas.
– Músculos y articulaciones: numerosos estudios concluyen que esta planta ayuda a prevenir la artritis y a reducir la inflamación del as articulaciones.
Si queremos tener una planta en casa, al comprarla debemos asegurarnos que no haya sido fumigada con pesticidas ni haya estado en contacto con productos químicos.
No necesita de demasiados cuidados porque se adapta fácilmente a casi cualquier climatología. Crece y se multiplica rápidamente y su gel es eficaz desde que la planta es pequeña, aunque las propiedades son más potentes cuando la planta tiene 3 años aproximadamente y su penca alcanza los 20 ó 25 cm.