En el espacio cultural Autores Locales Pilar (Lorenzo López 968, a tres cuadras de la Plaza 12 de Octubre) hay libros, historias, poemas, ensayos, novelas, cuentos; sueños que se concretaron.
por Víctor Koprivsek

autor local.
Un patrimonio único escrito por vecinas y vecinos de todo el distrito, conformado por más de 150 obras publicadas.
También hay una veintena de sillas y bancos, un pequeño escenario, un abrazo que espera con ganas el encuentro.
Y en ese mágico espacio se vienen llevando adelante distintas actividades abiertas a la comunidad, presentaciones de libros, talleres de lectura, música en vivo, exposiciones y reuniones donde se comparten proyectos y se planifican estrategias de promoción para seguir adelante con el desarrollo y la comercialización de libros escritos por autores locales y publicados con el acompañamiento de editoriales independientes, algunas de ellas también locales.

lo dice todo).
Desde El Apogeo Diario tenemos la alegría de contarles que este sábado 6 de julio, a las 18 hs, las puertas del lugar se abrirán a la comunidad, nuevamente, y con entrada libre y gratuita. Un autor local, el querido Alejandro Maggio, compartirá poesía y música, alma y convicciones, anhelos y sociegos reflejados en su primer libro.
Sí vecinas, vecinos, lectores, la presentación del libro Los fragmentos brillantes de mi sombra, de Ale Maggio, tendrá lugar este sábado a las 18 hs en el espacio Autores Locales Pilar.
«Despojos para traducir los rezos de los parias», escribió el amigo que invita al encuentro con la música de su poesía.
Allí estaremos.
Compartimos al cierre de esta nota algo de su libro. «Una poesía que me escribí para soportar los momentos difíciles», expresó su autor.
Querido yo, levántate.
Ponte tu mejor traje de fervor cotidiano;
vístete, arropa tu rutina y sonríe.
Doblegado yo, enderézate.
Álzate a la resolución de la experiencia
más alta y, desde el precipicio, sálvate;
cuida tus palabras, las que siempre dices.
Indispensable yo, revoluciónate.
Baja tu guardia, abre tu puño y reconsidera
que la desaveniencia también carga con
voluntad propia.
Persignado yo, bendícete.
No te ruegues en condenaciones viejas
y, desde tus sacramentos, rézate amablemente,
ensaya y tolera.
No olvides que el universo de igual manera
tiene que convivir contigo.
Perdonado yo, limpia tu hemorragia
del sendero de tus hijos.
Enmendado yo, cicatriza.
